Empate a nada en Las Gaunas
Las Gaunas se encontró, de rebote, con una nueva visita de la selección española femenina pero ni el día, ni la meteorología ni el empeño de las jugadoras acompañaron. España y Canadá, camino del inminente Mundial de Francia, empataron a cero en un amistoso carente de emoción.
La pobre imagen de España (pese a su planitud futbolística, sí que ofreció un juego solvente, serio y equilibrado) está justificada. La selección que se vio ayer sobre el césped de Las Gaunas en poco se parecerá a la que debute el 8 de junio ante Sudáfrica. Las nueve internacionales que disputaron la final de la Champions con el Barça aún no se han sumado a la selección, que tiró de un repertorio ‘B’ que bastó para contener a Canadá.
Las norteamericanas, quintas del ránking mundial, jugaron a medio gas, estuvieron mucho tiempo sometidas a las de Vilda pero apenas sufrieron en defensa ni se prodigaron en ataque. De hecho, tanto Lola Gallardo como Labbé apenas tuvieron que intervenir durante los noventa minutos.
Fútbol control, ritmo pausado y escasas aproximaciones fueron la tónica en los primeros veinte minutos en los que España controló, se hizo la dueña posicional del partido pero le faltó atrevimiento para infiltrarse en la zaga canadiense.
Las norteamericanos, tras unos minutos a la expectativa, se desperezaron y, en el 22, Beckie recordó que Canadá estaba en el partido. Lo hizo con un centro-chut lateral que no pilló desprevenida a Lola Gallardo.
Fue el primer tímido aviso de las americanas que, poco después, probaron una salva desde la frontal que apenas inmutó a la portera española.
España vio como Canadá le discutía el dominio del juego pero las de Vilda se sentían cómodas. Así, a la expectativa, Torrecilla fue la protagonista de la mejor ocasión del partido con un lanzamiento desde casi la medular que a punto estuvo de sorprender a Labbé, que tuvo tiempo para recular y ver como el balón se elevaba por encima del larguero.
Fue la mejor ocasión de la primera mitad (nada sucedió en los veinte minutos que mediaron hasta el descanso) y, desafortunadamente, el acercamiento más peligroso de España en todo el partido.
Tras la pausa, con el carrusel de cambios, el amistoso se desnaturalizó más si cabe. Un par de córners, sin quinina, no perturbaron la calma de Canadá que se limitó a cumplir el expediente sin acercarse al área española. Empate a nada en una cita tan inesperada como desabrida.






