Aprobado el PERI Ferrocarril que cierra la mayor transformación urbana del siglo
Feli Agustín / Logroño
Con el apoyo de PP, PSOE y Ciudadanos, el Ayuntamiento de Logroño celebró este viernes su penúltimo pleno de la legislatura con la aprobación de uno de los proyectos más importantes de ciudad en este siglo: el PERI Ferrocarril, que completa la fase 1 del soterramiento.
En la recta final de la presencia de la mayoría de los ediles en el Ayuntamiento, entre ellos la alcaldesa y los portavoces de PSOE y Cambia Logroño, Cuca Gamarra definió el debate de ayer como trascendental, que responde al interés general al tratarse de una obra que compromete y comprometerá a varias corporaciones.
«Esta aprobación ofrece seguridad económica, jurídica y urbanística«, que se traduce en mayor «confianza» para promotores y constructores, aseguró Gamarra, quien constató que, con el inicio de las obras del nudo de Duques de Nájera y la cercana finalización de estación de autobuses, la fase 1 está a punto de concluir.
El visto bueno permitirá la desafectación de los terrenos, propiedad en la actualidad de ADIF, para pasar a la sociedad Logroño Integración del Ferrocarril, LIF 2002, y su venta posterior. La suma recaudada ha de servir para pagar el préstamo de la obra, del que el Ayuntamiento ha abonado 27 millones -4 de ellos con recursos externos- y tiene pendientes por pagar hasta 2021 un total de 47 millones, de los que las diferentes corporaciones tienen ahorrados 10.
No obstante, será necesario volver a tasar unos terrenos, que fueron valorados en 256 millones en 2006 y en 100 millones menos en 2013, para una venta que, debido a los complejos trámites administrativos y jurídicos, no se podrá producir antes de 12 o 18 meses.
En estos solares se construirán 12 edificios -entre ellos dos torres de 21 alturas-, con 1.200 viviendas, y quedará suelo para uso dotacional y 147.000 metros cuadrados de zonas verdes, parte de la cual corresponde a la cúpula que unirá por las cubiertas las estaciones de tren y ferrocarril.
Queda pendiente, eso sí, despejar el futuro de la subestación eléctrica de Cascajos, cuya solución no se vislumbra, y condiciona el futuro desarrollo de Miguel Delibes.
El debate.
El debate no deparó sorpresas respecto a las posturas ya conocidas de los grupos políticos, de tal manera que Cambia y PR mantuvieron su postura en contra del PERI Ferrocarril.
La alcaldesa se mostró «orgullosa» de que Logroño haya sido la única ciudad española en mantener el soterramiento durante la crisis -hay que tener presente que se sufraga con un préstamo de 220 millones de euros- y de haber apoyado la obra, «al igual que otros partidos», como el PSOE, formando parte del gobierno y la oposición.
Beatriz Arraiz, portavoz del PSOE, se mostró convencida de que esta actuación es beneficiosa para la ciudad y argumentó que «una buena venta de los terrenos redundará en el interés general» y en un ahorro para los vecinos de Logroño. Sin embargo, sí vislumbra «alguna sombra» y, además de manifestar su «preocupación» por el abono del préstamo, constató que se van a ir sin solucionar el problema de la subestación eléctrica de Cascajos. Julián San Martín, portavoz de Cs, considera el paso dado ayer como «positivo y necesario» y presumió de sus aportaciones para cerrar «la brecha» que supone el ferrocarril en la ciudad. No obstante, también verbalizó sus «peros», y vaticinó que los ingresos por la venta de los terrenos, «que no se van a poder vender antes en un año o año y medio», no va a ser suficiente para pagar la primera fase del soterramiento. Igualmente, reclamó que el Gobierno riojano se comprometa por escrito a pagar parte del IVA de la estación de autobuses y entiende que es necesario reducir los interés del préstamo.
Gonzalo Peña, portavoz de Cambia, mantuvo su postura contraria al proyecto que entiende que es ventajoso para los bancos, pero no para los vecinos. «El soterramiento es algo necesario», reconoce, pero cree que se ha «hipotecado» Logroño, tanto en plazos, porque tres fases deberían haber concluido en 2009 y en 2019 no ha finalizado la primera; y económicamente.
Rubén Antoñanzas, del PR, también voto en contra, y manifestó su «sorpresa» porque Cuca Gamarra, «que lleva un mes desaparecida, vuelve para traer en campaña electoral un proyecto que transforma el perfil de Logroño» y que fue votado por una Corporación en la que pocos de sus ediles van a continuar.
«Las decisiones importantes hay que debatirlas, pero hay que saber el momento de cada uno, cuando ha terminado y cuando no se ha llegado a tiempo», concluyó Antoñanzas.






