Humor jardialesco a escena
Este jueves en sesiones de 17.00 y 19.30, en la Sala Gonzalo de Berceo, un grupo de alumnos de Artes Escénicas del IES Batalla de Clavijo, representarán la obra Las siete vidas del gato de Enrique Jardiel Poncela.
Como explica Carmen Félix, directora de la obra, y profesora del departamento de lengua castellana y literatura «elegimos este Melodrama de intriga en cuatro prólogos y dos actos, perteneciente al grupo que el propio Jardiel denominó “Comedias sin corazón”, por varias razones: la primera de ellas de carácter técnico, ya que consta de 22 personajes y nosotros queríamos trabajar en un espectáculo donde todos los integrantes del grupo salieran a escena».
Por otro lado indica que les llamó la atención el tema de la violencia machista, «y cómo va evolucionando a lo largo de la historia de la literatura desde los dramas de honor del siglo de Oro, que se repiten en el Romanticismo y cómo a mediados del siglo pasado (fecha del estreno de nuestra obra) todavía no están superados».
Pero sobre todo, lo que les convenció fue su teatralidad, su humor, y «esa mezcla de, en palabras de Alfredo Marqueríe, lo trágico y lo grotesco, lo dramático y lo humorístico, la realidad y la fantasía, lo lógico y lo absurdo«.
Así, han convertido en un reto el ser capaces de trasmitir a espectadores actuales ese humor jardialesco, «ese exceso dramático que supone la acumulación de efectos teatrales», indica Félix, y ejemplifica con: estampidos de pistoletazos, explosiones de bombas, lazos y nudos corredizos, pasajes secretos, escaleras disimuladas, cortinas que se mueven siniestramente, escapes de gas, armarios que son puertas y que se abren y cierran a la palabra, pianos que tocan solos, manos estranguladoras que parecen garras, crímenes por amor y celos, personajes sospechosos, trajes antiguos que evocan las figuras de las asesinadas, detalles reveladores, indicios que son claves, pistas claras y confusas, teléfonos secretos escondidos en las chimeneas, locos falsos y locos verdaderos…;
Con todo, para la directora, «quizá el resultado sea algo como la propia obra grotesco, pero en el proceso hemos aprendido y nos hemos divertido descubriendo un teatro desconocido». Ahora solo esperan que los espectadores, «sepan perdonar nuestro atrevimiento».






