A por la venganza a orillas del Pisuerga
Le toca al Logroño levantarse después de que el pasado fin de semana los riojanos se dejaran un punto camino del subcampeonato. El empate ante el Cuenca (30-30) relega a los de Miguel Ángel Velasco a la tercera posición justo cuando la liga se pone interesante ya que en unas semanas se concentrarán las obligaciones de la Asobal, con el regreso de la Copa EHF (el Logroño ha de ganar los dos partidos y esperar que el Saint Raphaël caiga con el Füchse Berlín) y la Final a Ocho de la Copa del Rey que se disputará en Alicante el primer fin de semana de abril con el Guadalajara como primera piedra de toque para los riojanos.
Por eso, cada partido representa una nueva oportunidad para un Logroño que sabe que la gran segunda vuelta realizada hasta la fecha -sólo empañada con la derrota en Granollers- quedó desdibujada por el empate del Cuenca, por lo que el único resultado posible esta noche en el Huerta del Rey (20.30 horas, con arbitraje de Sebastián Fernández y Alberto Murillo) es ganar al Valladolid, para coger fuerzas antes de visitar al Balatonführedi y recibir en el Palacio al Barça.
Se da la circunstancia que el Valladolid,undécimo clasificado con 20 puntos (lejos del descenso pero sin opciones por arriba), se impuso en la primera vuelta en el Palacio por 29-32, en los peores momentos del Logroño de la temporada.
Desde entonces, los de Miguel Ángel Velasco se han consolidado hasta el punto de compartir con el Bidasoa, hasta el pasado sábado, la segunda plaza: «Logroño ha cogido ya velocidad de crucero y nada tiene que ver con el equipo al que visitamos en la primera vuelta y al que pudimos ganar, sino que han ido creciendo y adaptando a sus jugadores», reseñó David Pisonero, técnico de los pucelanos.






