Empleados de Lispar votan este jueves la propuesta de la empresa para la fusión con Manipulados Mendavia
Feli Agustín / Logroño
Los 240 trabajadores de Talleres Lispar, empresa ubicada en La Portalada y dedicada a la fabricación de productos de caucho, deciden este jueves en sendas asambleas que se realizarán en los tres turnos si aceptan las condiciones propuestas por la empresa, filial de Standard Profil, para su fusión con Manipulados Mendavia en la antigua planta de Unipapel.
Tres de los cuatro sindicatos presentes en el comité de empresa, UGT, CCOO y USO, se han pronunciado en contra de la oferta de la compañía, que supondría la salida de la fábrica de 43 trabajadores, lo que, tras las adscripciones voluntarias, se traduciría en 22 despidos.
«Es la propuesta de la compañía y no de la parte social, por lo que estamos en contra de la misma», señaló el miércoles Carlos Alfaro, de UGT, sindicato mayoritario en el comité con cinco delegados.
En parecidos términos se expresó Jesús Fernández, de USO, partidario también de firmar con la compañía sin acuerdo después de unas consultas que suponen el último intento de clarificar un escenario abierto el pasado 7 de febrero y que no se ha despejado una vez finalizado el periodo de consultas y la prórroga añadida.
Rodrigo Alfaro, de CCOO, con dos representantes en el comité, al igual que la Unión Sindical Obrera tampoco es favorable a respaldar los planes de la empresa, que entiende que les «ha omitido información», pero quien, al igual que sus compañeros, respetará la decisión de los empleados de Lispar.
Solo CSIF, con tres delegados, se ha desmarcado de la posición unánime del resto del comité y, en una nota de prensa, comunicó el miércoles que «deja en manos de los propios trabajadores la decisión final sobre su futuro».
Así las cosas, la parte social tiene previsto informar a la dirección de la fábrica esta tarde de la decisión adoptada por los trabajadores, una vez que hayan votado todos los turnos.
Además de en los despidos, las discrepancias entre parte empresarial y social apuntan también a las indemnizaciones, ya que el comité exige las mismas cuantías para salidas voluntarias y forzosas, que en ningún caso serían inferiores al abono de 30 días por año trabajado con un máximo de 18 mensualidades, aspecto que no comparte la compañía.
Hay, además, otro gran punto de fricción entre dirección y comité, que se concreta en la practica desaparición de los trabajadores del Grupo 3, que pasarían a encuadrarse en el 2 con la conversión del 55% del salario en un complemento personal.
¿Y qué pasará si los trabajadores no aceptan la oferta de la empresa? Pues es una incógnita, pero, entre otras posibilidades, la compañía puede llevar a cabo los 43 despidos o la Inspección de Trabajo puede intentar labores de mediación.






