Talleres Lispar plantea entre 7 y 28 despidos además de bajas voluntarias
Feli Agustín / Logroño
La dirección y el comité de empresa de Talleres Lispar, firma fabricante de juntas de estanqueidad para el sector de la automoción ubicada en la Portalada y que cuenta con unos 200 operarios, volverán este miércoles a mantener una nueva reunión para acordar la salida lo menos traumática posible de los más de 40 trabajadores que exige la compañía matriz, la multinacional turca Standard Profil, que posee otras dos plantas en Cantabria y Varea, además de una cuarta, Manipulados Mendavia, que han de abandonar otra treintena de sus empleados. Con las horas contadas -el periodo de consultas para alcanzar un acuerdo culmina el 8 de marzo- la merma de las plantillas obedece a la voluntad de la propietaria, la antigua Permolca, de fusionar Talleres Lispar y la planta navarra en la antigua fábrica de Unipapel, cuya adquisición es prácticamente un hecho.
Los escenarios
Así las cosas, en un encuentro que mantuvieron el martes representantes de la empresa y de los trabajadores, las incógnitas, según fuentes sindicales, no acaben de despejarse ante la duplicidad de contextos que plantea la dirección.
Con 28 trabajadores dispuestos a aceptar las bajas incentivadas que ofrece la compañía -con 30 días por año trabajado con un máximo de 18 mensualidades, siempre que no deba hacer aportaciones extraordinarias por situaciones concretas, como en el caso de mayores de 50 años- Talleres Lispar dibuja dos escenarios. Con el «bueno», esto es, si se mantienen las actuales condiciones productivas, la multinacional aceptaría solo 20 bajas voluntarias -17 de trabajadores directos y 3 indirectos-, con lo que los despidos se concretarían en siete indirectos; con un escenario desfavorable, que se traduce en la bajada de pedidos, los despidos se elevarían a 21, además de las 20 bajas y los 7 trabajadores indirectos contemplados en el primer supuesto. En este caso no se garantizan las condiciones ofrecidas para las bajas voluntarias, extremo que no comparte el comité de empresa, aunque las salidas se irían concretando en función del volumen de pedidos.
Hay, además, otro asunto espinoso que afecta al marco laboral de algunos trabajadores, concerniente al reconocimiento de su categorías, donde las posturas de los representantes de los trabajadores y de la compañía también divergen.
El caso de Manipulados Mendavia está siendo mas conflictivo, con paros y manifestaciones de sus trabajadores, de los que también unos 30 dejarán, bien voluntaria o bien forzosamente, la empresa.






