Privados de la rivalidad con Osasuna y tras recuperar el pasado mes de septiembre la sana competitividad con el Calahorra, los choques ante el Mirandés y el Tudelano son lo más parecido a un derbi que le queda al aficionado blanquirrojo.
Los duelos con el conjunto navarro son sinónimo de partidos equilibrados, pocas alegrías goleadoras y mucho control. En la primera vuelta, la UDL resolvió con un testarazo de Bobadilla su compromiso con el equipo ahora entrenado por Lumbreras.
Acostumbrado a manejarse en las últimas temporadas con holgura, el Tudelano afronta la campaña más comprometida de sus últimos años.
Desde el inicio del curso, los blanquinegros han ocupado el furgón de cola de la clasificación. El regreso al banquillo del ex jugador de la Real, ha dado estabilidad a un Tudelano que tras el empate ante el Gernika y la derrota en casa del Oviedo B ha visto frenada su buena marcha (suman 27 puntos, los mismos que Gernika e Izarra, que junto con los navarros pelean por la última plaza de descenso y de promoción por la permanencia).
En el cuadro de Lumbreras destaca la presencia de dos futbolistas riojanos. El defensa Fernando Delgado, que además militó en el LCF y en Osasuna B, aunque el grueso de su trayectoria está ligado al Tudelano. Y de Iñaki Jiménez, ex Calahorra, SDL y Tropezón, entre otros. El veterano central logroñés Álvaro Corral inició la temporada en el primer equipo para, poco después, retirarse e incorporarse al cuadro técnico blanquinegro como preparador físico.
En el Tudelano destaca también el ex Ibai Ardanaz, Pagola, Víctor Bravo, Rúper o Ion Vélez.
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