Triunfo de mínimos ante el Teucro
El Balonmano Logroño continúa la caza de la segunda plaza. Espoleada por su buena imagen ante el Balatón, el equipo de Miguel Ángel Velasco dio cumplida cuenta de un respondón Teucro que, durante casi cincuenta minutos, puso en entredicho la victoria riojana. Los locales, tras hacer la goma durante muchos minutos, se fueron a por el equipo pontevedrés en la segunda mitad, al que superaron no sin dificultades. El 31-27, muy sudado y trabajado pues sólo en el último parcial bajó los brazos el Teucro, relanza la carrera del Logroño por el subcampeonato. Para eso, mantener la imbatibilidad en el Palacio es clave y anoche, aunque costó, los de Velasco lo lograron. Ahora toca pensar en la Copa EHF, el otro gran objetivo del curso.
Aunque el Teucro fue dueño de los primeros intercambios, el Logroño no se inmutó, consciente de que era cuestión de tiempo que el Teucro acabase doblegado. En el minuto 8, una contra de Eduardo Cadarso puso en ventaja al Logroño (5-4) que no dio continuidad a las paradas de Sergey Hernández. Así, ante la frialdad de sus jugadores, Velasco optó por llamarles al orden para evitar males mayores (6-8).
Pero la reprimenda no surtió efecto ya que los riojanos, ensimismados, fueron incapaces de completar sus ataques, circunstancia que fue aprovechada por el Teucro, con la velocidad de Gerhardt y Sergio Pérez, para cobrarse una inquietante ventaja de 4 goles.
Fue entonces cuando el Logroño volvió al partido. El cuadro gallego se atoró, perdió su eficacia y los de Velasco apretaron la contienda con un penalti de Javi Muñoz, un gol desde su propia portería de Sergey, un lanzamiento de Garciandia y una acrobacia de Scott. La primera exclusión de Fischer trastocó los planes de un Teucro que dilapidó su ventaja de forma inocente.
Pero el equipo pontevedrés se recompuso liderado de nuevo por Gerhard y con Cutura al mando de las operaciones para retomar el timón de un partido que se fue al descanso con el Teucro dominando por un sorprendente 13-16 ante la confusión riojana.
En el descanso, el Logroño mostró su perfil más ambicioso para, en cuatro minutos, equilibrar el encuentro (16-16) ante la falta de fluidez ofensiva de los visitantes. Era el momento de los riojanos ante un Teucro atascado en ataque. Aunque un despiste permitó a Samu Gómez y a Sergio Pérez, letal a la carrera, oxigenar al cuadro gallego, que se negaba a la evidencia hasta que, una nueva percusión de Garciandia inició el acoso y derribo de los logroñeses (18-18).
A la que el equipo de Velasco se puso por delante (19-18, minuto 38), el Teucro se descompuso no sin antes mostrar arrestos de resistencia (22-22) pero a la que Ilic corrió a gusto (demoledor con 7 goles) y a la que Moreira percutió, los azules temblaron, siendo incapaces de volver a equilibrar la contienda. El Teucro perdió, pero nunca se rindió ante un Logroño que sumó dos puntos de oro en su carrera por el subcampeonato. Tiempo habrá para victorias más lucidas.






