El peor año acaba de la mejor forma posible
2018 ha sido un año pésimo para el baloncesto riojano, escenificado con los descensos de Clavijo y Promete. Las chicas del Promete se despidieron de la elite femenina en un descenso que conllevó también la pérdida de categoría del filial que militaba en LF2 y del tercer equipo logroñés que competía en Primera.
El Promete vio como cinco años de trabajo se iban al traste aunque 2018 acaba con la sensación de que la institución está a tiempo de reconducir la situación.
El equipo que dirige Jacinto Carbajal no regresará a la competición hasta el 12 de enero, cuando visite Alcantarilla para medirse al UCAM Murcia en la última jornada de una primera vuelta casi inmaculada para el Promete.
Las logroñesas lideran el campeonato con mano de hierro tras encadenar once victorias y sufrir una única derrota, ante el Leganés, tercero.
Sólo el Celta -líder del grupo A con pleno de victorias, siendo además el mejor ataque y la mejor defensa de la liga- ensombrece los números del Promete que, en cualquier caso, tiene en su división la competencia de los potentes Estudiantes, Ciudad de los Adelantados, 2º clasificado, o el histórico Gran Canaria.
Vanessa Gidden (17,17 puntos por encuentro, 18 de valoración y 9 rebotes por jornada) es la líder de un Promete que ya aventaja en cuatro victorias al Canoe, quinto clasificado (por el ascenso a LF pelearán los cuatro mejores clasificados de cada grupo). El regreso a la elite cada vez está más cerca.






