Borja Mayoral, con tres goles de puro oficio goleador, iluminó una noche de buen fútbol en Las Gaunas. Siete mil espectadores se acercaron al Municipal para brindar todo su apoyo al equipo de Luis de la Fuente que superó, con rotundidad (4-1) a una Dinamarca cuya capacidad de sorpresa le duró veinte minutos.
Fue un encuentro, especialmente en su primera mitad, muy entretenido, más del agrado del aficionado que del entrenador, toda vez que España y Dinamarca propusieron un entremés salpicado de contras, ataques desenfrenados y escaso rigor táctico.
Así, Dinamarca aprovechó su primera estirada para sacar los colores a la zaga nacional. Buena jugada en banda derecha y Duelund, sin pensárselo, fumigó a Sivera que nada pudo hacer.
Españoles y daneses propusieron un intercambio de golpes que se resolvió favorable para los intereses locales. Avisó Dani Olmo primero, después la peinó Núñez y Carlos Soler, en una entrega mansa de Snorre tuvo antes un empate que se demoró hasta el 26, tras una combinación precisa y preciosa entre Martín, Fabián y Carlos Soler que Borja Mayoral sólo tuvo que empujar.
A renglón seguido, el ‘9’ levantinista decantó la contienda aprovechando un fallo grosero de la zaga escandinava, incapaz de frenar el aluvión español.
Antes del descanso, y tras el intercambio de ocasiones entre Oyarzábal y Skov, Meré de volea, en el centro del área, ajustició a una Dinamarca sin capacidad de réplica desde el empate.
Ahí acabó el amistoso. El paso por vestuarios volvió más precavida a España que aún tuvo tiempo para anotar el cuarto. Fue lo mejor de la noche. Mayoral bajó a la medular para tirar un arabesco, asociarse con Fabián y, de disparo seco, ajusticiar a Dinamarca.
El carrusel de cambios de uno y otro equipo desvirtuó un segundo tiempo en el que España optó por el control y se olvidó del vértigo, más que complacida por su capacidad de respuesta en una hora de fútbol muy agradecido.
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