«El Añares me ha dado el empujón que necesitaba»
Fernando Carro (Madrid, 1992) ha sido, junto con Camilo Santiago, el buque insignia del Añares Rioja la temporada que está a punto de cerrarse. De la mano, club y fondista han logrado sus mejores éxitos. El madrileño se hizo con la plata en los 3.000 obstáculos del Europeo, además del campeonato de España, mientras que al Añares, aunque se le escapó el Nacional de Clubes, en cross largo, se ha consolidado como una firme alternativa a Bikila y Maratón, los clubes hegemónicos del campo a través en España.
A partir de noviembre, Carro y Añares separarán sus caminos aunque el madrileño no cierra las puertas a volver al club logroñés cuando acabe su vinculación con su nuevo equipo.
«Quién sabe si en tres años no estaré de vuelta al Añares, que es un club que me ha cuidado y me ha tratado muy bien«, apunta el atleta desde Paracuellos del Jarama, donde guarda reposo tras un fuerte virus estomacal.
«Le estoy muy agradecido al club. Ójala siga creciendo y sea campeón de España, porque sé que van a tener opciones. El Añares me ha dado el empujón que necesitaba», asegura un Fernando Carro que viene de completar su mejor año como atleta profesional.
Tras lesionarse de gravedad en Río, New Balance decidió prescindir del atleta ante las perspectivas de una lenta recuperación. «A última hora, me quedé sin equipo y, aunque surgió alguna oferta, decidí volver al Suanzes, el club en el que me formé. Sé que me venía bien resetearme y creo que acerté porque lo hice bien hasta el punto de que el verano pasado el Añares, que era un club modesto, me ofreció un proyecto interesante y no me lo pensé», rememora.
«Sé que hicieron un esfuerzo y les estoy muy agradecido porque me ha dado una estabilidad que hacía tiempo que no sentía», rememora. «El agradecimiento es total porque me he sentido parte de una familia y soy consciente de que este ha sido el inicio de algo muy grande para el club«, agrega.
Pese a tener una oferta de renovación del Añares, una entidad de prestigio se cruzó en el camino del subcampeón de los tres mil obstáculos. «Me ofrecen dos temporadas mínimo y la posibilidad de ampliar la vinculación más años. De esta forma, no tengo ahora la presión de ir temporada a temporada y eso es una gran ventaja para cualquier atleta», anuncia Fernando Carro, que tiene como reto, en el medio plazo, participar en la cita olímpica de Tokio.
De la primera, Río 2016, guarda la cicatriz de una lesión y un tatuaje, el de Songuko, personaje de Bola de Dragón, la serie con la que creció, y los aros olímpicos, el sueño de un niño que se acercó al atletismo de la mano de su hermano mayor. El fallecimiento de su otro hermano «me ha condicionado toda la vida», anque siempre encontró el apoyo de su entorno más cercano de Canillejas (su familia, sus amigos, el nombre de sus entrenadores y sus perros están también esculpidos en tinta).
La plata de Berlín no le ha cambiado aunque al menos le ha abierto las puertas de un gran club, tras su gran temporada en el Añares Rioja.






