«Pensaba que iba a estar peor»
Gorka Esteban (Ezcaray, 1990) dice adiós a ocho años de carrera profesional y lo hace en el frontón de su pueblo, del club donde se dio a conocer y enfrentándose a su hermano, en un estelar en el que le acompaña Ibai Zabala como zaguero (Salaverri respaldará al menor de los Esteban). A partir del sábado empieza una etapa para la que lleva tiempo preparándose aunque la pelota seguirá siendo su pasión. Con su despedida se completa el annus horribilis de la pelota riojana.
Gorka, ¿esto se acaba?
Pensaba que iba a estar peor, la verdad. Me dieron pronto la noticia y estoy preparado. Mentalmente estaba preparado para lo que podía pasar. Sé que me va a costar reubicarme porque toda mi vida, mi ocio,… ha girado en torno a la pelota. Pero toca acostumbrarse.
Tras ocho años de profesional, ¿con qué se queda?
Han sido momentos muy bonitos, con el debut, con las finales jugadas que son días especiales pero también con mi primer partido como profesional ante mi hermano. Son todos ellos recuerdos muy especiales pero me quedo con los momentos vividos con los compañeros, con el ambiente de vestuario. Eso es lo más bonito.
Es inevitable pensar que 2018 ha sido un año nefasto para la pelota riojana. Ha debutado Pedro Ruiz, ¡pero son tantas las malas noticias! Su retirada, la última.
Más allá del debut de Pedro no hay nada bueno. A Víctor se le castigó en el Parejas, la lesión de Salaverri, Untoria no levanta cabeza, se van los dos Merino. Por parte de las promotoras es más fácil apoyar a los de allí. El pelotari riojano está menos apoyado, estamos en la periferia. Las empresas (Aspe y Asegarce) son vascas y es más fácil apoyar a los suyos.
Echando la vista atrás y visto como está el panorama profesional, ¿merece la pena?
Si me equivocado, me equivocaría mil veces. No me arrepiento. La pelota está muy ‘empresarializada’. Más que deportistas, somos activos. No se puede hacer debutar a un chaval con 18 años salvo casos excepcionales como Altuna, Beloki, etc. Pero esos son habas contadas. Ahora es la norma, ya no se espera a los 20-21 años y, de esta forma, se baja el nivel de la pelota profesional (hay que jugar con material menos exigente para que los debutantes puedan moverlo) y el de los amateur, porque se van pronto los mejores.
Gorka dice adiós, ¿pero es posible reengancharse con Garfe?
Ha habido contactos, no lo voy a negar, pero la Federación ha apostado por mí (es su director deportivo) y quiero devolver lo que me ha dado. Estaré con la Riojana para lo que necesiten.
El aficionado tiene derecho a pensar que había más pelotari…
Cuando debuté tenía mucha presión encima, venía de jugar muy bien como aficionado. Me autopresioné y ni disfruté ni jugué bien y, cuando alcancé mi nivel, la empresa (Aspe) no apostó por mí.
¿El día más feliz de tu carrera?
Muchos, seguramente cuando gané el Cuatro y Medio de Segunda (2015, ante Jaka) y no por la oportunidad que me daba de jugar en Primera porque encima me programaron en Barcelona. Pero lo recuerdo muy bien. Venía de mucha presión, estaba mal con Aspe. Sólo me quedaban tres meses de contrato y, con 25 años, es una gran losa. Ganar suponía seguir un año más, y ese era mi objetivo. Fue el momento más bonito de mi carrera deportiva.
¿Y el más oscuro?
No me han dado la oportunidad de saber hasta dónde podría haber llegado. He sido el pelotari con más finales en Segunda pero nunca se apostó por mí en Primera. ¡Ni como suplente! La feria que más me apetecía jugar, la matea, la de mi tierra, nunca la jugué. Hubiera sido un premiazo, lo más grande a lo que aspirar. La jugó Miguel (Merino), Cecilio, Untoria, mi hermano, pero yo no.
¿La pelota va por buen camino?Da la sensación que hay pocas estrellas y las que hay lucen menos que las anteriores.
Creo que, en el futuro, será difícil que surjan figuras como Altuna porque a los nuevos pelotaris se les exige rendimiento inmediato y no hay paciencia con ellos, no se les espera. Creo que las empresas deberían pararse a reflexionar porque la situación, a largo plazo, no es la idónea. Está bien que haya caras nuevas en la pelota, todos las buscamos, pero en mi opinión éste no es el camino porque con 22 o 23 años estos pelotaris están ya ‘mayores’ según la óptica empresarial.
Desde el sábado, una nueva aventura comienza de la mano de la Federación.
Sí, soy director deportivo pero está claro que no quiero dejar la pelota. Hasta que ella no me deje a mí, no la voy a dejar. Me voy a dar un plazo, trabajo en la Federación y tengo que seguir los estudios (Fisioterapia), pero quiero seguir disfrutando de la pelota.






