Cuesta no encontrar aficionados ilusionados entre los seguidores de la UDL que esperan, expectantes, lo que pase este sábado en Tabira (19 horas) en su visita a la recién ascendida Cultural de Durango.
Hasta la visita al Duranguesado, la trayectoria del equipo de Sergio Rodríguez es impecable con siete victorias, algunas de tronío, y un único empate, precisamente en el primer partido estival, ante el Alavés (1-1), en el Villa de Laguardia que los blanquirrojos se adjudicaron los riojanos en la tanda de penaltis.
El resto fueron buenas noticias para un bloque que ha pasado por encima de los equipos de la Tercera riojana como el Haro, al que goleó por 6-0, el Agoncillo, al que le endosó otra media docena, y del Anguiano, al que sometió por un claro 4-0. El rival inferior que más difícil se lo puso fue la Peña Sport, aunque los de Tafalla acabaron inclinándose por un ajustado 1-2.
Tras estos paseos marciales ante bloques de menor entidad llegaron las pruebas de nivel, superadas con nota por los logroñeses.
El Burgos, del grupo I, fue la última víctima el pasado sábado en el Trofeo Ciudad de Medina (1-2) pero antes también cayeron el Castilla, en Las Gaunas, por 3-1, y, sobre todo, el Numancia, 1-0, que el pasado año disputó la final por el ascenso a Primera con el Valladolid. Sin lugar a duda éste ha sido el triunfo de mayor calado en la pretemporada blanquirroja.
Además de los buenos resultados, este mes se ha cerrado con la sensación de que la UDL ha recuperado la entereza defensiva que caracterizó al equipo en la era Pouso -sólo cuatro goles recibidos en 720 minutos- pero que ha conservado el estilo alegre y ofensivo acuñado por Sergio Rodríguez en el último curso y medio.
La UDL ha festejado veinticinco goles pero, lo mejor de todo, es que ni Ñoño ni Rayco, Ander Vitoria o Marcos André los han monopolizado. La mejor noticia a cinco días del ansiado estreno.
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