A la espera de juicio
El arnedano Orlando Pérez, acusado en el país africano de Santo Tomé y Príncipe está encerrado desde hace más de 15 días en una prisión de dicha isla acusado de haber intentado dar un golpe de Estado junto a otros dos españoles. Según ha podido saber Noticias de La Rioja, los familiares esperan que se solucione pronto el error, y el juicio será previsiblemente en un par de semanas. El riojano se encuentra «bien, dentro de lo que cabe», pero no le han dejado comunicarse con la familia.
Fue el diario El Mundo el que desveló este domingo los nombres de los tres españoles que se encontraban detenidos en este pequeño país de menos de 200.000 habitantes (más pequeño que La Rioja). Los familiares arnedanos habían guardado con discreción tal asunto.
Pérez ha trabajado en varias empresas privadas de seguridad, ocupando labores de escolta y guardaespaldas entre otras, es exmilitar (porque hizo la mili como tantos españoles cuando tenía alrededor de 18 años), y de las fuerzas especiales (porque hizo la mili en el servicio de esquí especial de Jaca) y está soltero. En Arnedo regentó durante años una clínica de medicina natural, acupuntura, mesoterapia y otras técnicas medicinales, poniendo en práctica los conocimientos de Medicina que adquirió en Japón durante años.
El Mundo indicaba que, según la versión de la acusación, se les acusaba de una ‘operación terrorista para subvertir el orden constitucional’, y que el plan era matar al primer ministro, secuestrar al presidente de la República y del Parlamento, pero fallaron. La versión del Gobierno de este país africano, dice, según El Mundo, que el riojano es ‘el muñidor de grupo que completan Marco ‘el popeye’ y el ‘legía’ José. El diario también indica que el abogado cree «que el tratamiento del caso roza la violación de los derechos humanos, y que piden su apoyo al Ministerio de Exteriores».
¿Guardaespaldas de la oposición?
El medio nacional también ofrece la otra versión alejada de la de la acusación, que se resume en que Orlando, Marco y José estaban trabajando como guardaespaldas de políticos de la oposición candidatos al Gobierno cuyas elecciones son en octubre, que solo llevaban encima sus chalecos antibalas, y no portaban armas, que los detuvieron en el hotel en ropa de baño y chancletas, y que las armas se las atribuyeron para encausarlos, porque era imposible que las metieran en el país con el control aduanero, según personas que estuvieron con los detenidos antes de meterlos presos, dice El Mundo. Otra versión que indica el diario El País según fuentes diplomáticas es que los tres españoles estaban creando una empresa de seguridad privada en Santo Tomé.
Las familias y los abogados piden mayor apoyo del Ministerio de Exteriores y denuncian lentitud y hermetismo en el proceso.






