Con sólo 24 años Jonathan Bijimine (Amiens, 1994) ya conoce cinco ligas: la francesa, de su país de nacimiento aunque comparte la nacionalidad gala con la congolesa, la española, la italiana, la griega y la checa, competición en la que acabó la temporada pasada. Pese a haber disfrutado de la primera división checa, el futbolista ha optado por retroceder un par de peldaños con el ánimo de volver a España.
«Quiero crecer y crecer», reconocía en su puesta de largo como jugador blanquirrojo. En lo físico no lo podrá hacer más, pues mide 1,94 y pese a su altura es ágil y rápido, pero sí podrá medrar en lo deportivo. «Tengo mucho que aprender todavía. Tengo 24 años, tengo tiempo y no lo pierdo aquí», declaraba.
Tras jugar en las categorías inferiores del fútbol francés o italiano, la llamada de la UDL le sedujo. «Me gusta el fútbol que se hace en España», puntualizó, consciente de que la vida en nuestro país ofrece «muchas cosas que no he visto en Francia o en Italia».
Su experiencia en Córdoba, hace cuatro años, no fue mala porque pudo conocer la Segunda B y jugó con el conjunto andaluz en Segunda, equipo con el que llegó a debutar en Primera.
Bijimine se mostró tan ambicioso como lo es la UDL este verano: «Busco todo. El objetivo del club me gusta y la Segunda B es una competición que conozco», completó el octavo fichje de la 18-19. «Llego con buenas sensaciones. Tuve una buena experiencia en el Córdoba y creo que ésta es una buena oportunidad para relanzar mi carrera», agregó durante su presentación en la Clínica Alxen.
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