La Rioja da por eliminada la hepatitis C
Feli Agustín / Logroño
De éxito colectivo de la sociedad, los profesionales y la administración han calificado este viernes responsables del departamento riojano de Salud la lucha acometida por esta comunidad contra la hepatitis C, al controlar al 91,1% de los enfermos y haber tratado a 1.144 con una tasa de éxito del 97%.
Ha sido el presidente del Gobierno, José Ignacio Ceniceros, quien ha hecho públicos unos datos que superan con creces los marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para 2030, horizonte para el que ha fijado el objetivo de diagnosticar al 90% de los casos posibles, aplicar tratamiento al 80% de ellos y obtener una reducción de la mortalidad del 65%.
Según Ceniceros, La Rioja ya había adelantado el cumplimiento del objetivo al año 2020 y se ha cumplido dos años antes gracias a la aplicación de los medicamentos más eficaces, al trabajo de cribado sobre la población, a la divulgación de una cultura de la prevención en los grupos de mayor riesgo y a una gran coordinación entre todos los niveles asistenciales.
Ahora, eso sí, el tratamiento no ha sido barato, ha supuesto 14 millones de euros desde 2015, año en el aparecieron los medicamentos antivirales de segunda y tercera generación, cuyo tratamiento combinado de manera personalizada para cada paciente ha logrado índices de éxito por encima del 90 %.
«Son medicamentos que tienen un alto coste económico», ha reconocido el presidente, quien aseguró que desde La Rioja siempre se ha afrontado el problema con un criterio «estrictamente clínico y sin que en ningún caso las cuestiones económicas condicionasen el abordaje de la enfermedad».
Eliminada, aunque no erradicada
Con estas cifras, Begoña Sacristán, jefa del servicio de Aparato Digestivo del hospital San Pedro, da la enfermedad por eliminada en La Rioja, aunque no por erradicada, consecuencia de la inexistencia de una vacuna para su tratamiento.
La doctora ha asentado el éxito, fruto de que «todos hemos compartido el mismo objetivo» en, principalmente, dos factores: prevención, a través de educación en salud, y al tratamiento de los afectados.
Además, «se aceleró» todo el proceso, ha explicado Sacristán, quien ha informado de que, primero, se trató a los pacientes diagnosticados más graves, después a los enfermos controlados en las consultas hospitalarias y de Atención Primaria; igualmente, se buscó a los pacientes diagnosticados, pero no controlados y, más tarde, a otros ciudadanos que podrían padecer la enfermedad.
José Ignacio Torroba, jefe de Farmacia, ha informado de que los 1.144 pacientes tratados, solo se ha detectado un fracaso y quedan tres pendientes de hacer un segundo tratamiento.
Quedan por diagnosticar unos 100 enfermos y 36 pacientes se han negado a ser tratados, pero, afirmó la jefa de Digestivo, «seguiremos intentándolo».
La Rioja, la primera
La Rioja ostenta el primer lugar en España en tratamientos iniciados por habitante con fármacos de tercera generación (2,57 pacientes por cada 1.000 habitantes frente a la media nacional de 1,43). De hecho, en 2012 se trató a 120 pacientes con los primeros antivirales, con un 74 % de éxito en su curación. Los que no sanaron, fueron tratados de nuevo en una segunda oleada en 2015, con un éxito total, y el resto de pacientes se han curado con los fármacos de tercera generación.






