Salud ultima un protocolo para mejorar el diagnóstico y tratamiento de la fibromialgia en La Rioja
Un protocolo de diagnóstico y tratamiento, basado en la evidencia científica disponible y en el consenso de los expertos, mejorará la atención de las personas con fibromialgia en La Rioja y hará más visible esta enfermedad, que no tiene un tratamiento curativo definitivo.
El director del Área de Salud, José Miguel Acítores, y el director de Atención Especializada, Juan Antonio López, han presentado este documento, con el que se desea facilitar a los profesionales la toma de decisiones en aspectos relacionados con el diagnóstico y el tratamiento de esta enfermedad, que el sábado, 12 de mayo, conmemora su Día Mundial.
El borrador del documento elaborado por la Consejería de Salud está terminado y en fase de revisión final por parte de los responsables de los servicios y unidades implicadas, como son las de Reumatología, Unidad del Dolor, Medicina Interna, Medicina de Familia y Psicología Clínica.
El ‘Protocolo de evaluación y tratamiento de los pacientes con fibromialgia de La Rioja’ aborda una enfermedad capaz de condicionar el bienestar de las personas que la padecen y a las que se debe prestar la mejor atención basada en los conocimientos científicos actuales, han detallado.
El protocolo recoge que el tratamiento de la enfermedad, para el que no existe una terapia definitiva, debe ser individualizado y basado en la mejor evidencia científica actual para las diferentes modalidades terapéuticas disponibles.
Entre estas modalidades figuran, por ejemplo, los tratamientos no farmacológicos, como el ejercicio físico y la terapia psicológica cognitivo-conductual valorados por la evidencia científica; y los farmacológicos.
Acítores ha indicado que los debates científicos que se plantean sobre la fibromialgia «no deben ser obstáculo para la correcta asistencia a estos pacientes», por lo que se ha elaborado este documento, «basado en la mejor evidencia científica disponible y con el consenso de los expertos para su uso por los profesionales sanitarios de toda La Rioja».
«Desde la Consejería de Salud tenemos claro que debemos velar por prestar los últimos y mejores tratamientos a nuestros pacientes para contribuir a mejorar su atención», ha subrayado.
Ha subrayado que, con la redacción, elaboración y próxima puesta en marcha de este protocolo, «se da por cumplido un compromiso de la consejería de Salud con los pacientes de fibromialgia y sus asociaciones» ha añadido.
También ha agradecido la implicación de todos los profesionales de los diferentes niveles asistenciales que han ayudado a que sea una realidad este documento, que en los próximos días se presentará a los pacientes, con «una información actualizada y basada en la evidencia científica».
El 2,5% de la población riojana podría padecer la enfermedad
López ha explicado que se estima que un 2,5 % de la población riojana podría padecer fibromialgia, que es una patología que puede aparecer en cualquier grupo de edad, con una prevalencia máxima entre los 40 y 49 años de edad y una clara predominancia en la mujer frente al varón, cercana a veinte mujeres por cada varón.
Sus datos señalan que entre un 10% y un 20% de los pacientes que acuden a consulta de Reumatología lo padecen, por lo que ha defendido que es «fundamental el mantenimiento de su capacidad funcional en los ámbitos personal, familiar y profesional, procurando que su calidad de vida se mantenga o se deteriore lo menos posible, con los tratamientos de los que se disponen en la actualidad».
Síntomas y diagnóstico de la enfermedad
Ha explicado que el proceso, de origen desconocido, se caracteriza por dolor crónico generalizado, que el paciente localiza en el aparato locomotor, y que se asocia con otros síntomas, como fatiga intensa, alteraciones del sueño, sensación de adormecimiento en las extremidades, depresión, ansiedad, rigidez articular, cefalea y sensación de tumefacción en manos.
El diagnóstico de la fibromialgia es clínico, de forma que ninguna prueba objetiva -ni de laboratorio ni de imagen- lo confirma, ha añadido López, para quien esta enfermedad tiene «cierto componente frustrante», tanto para el médico como para el paciente, dado que no tiene un tratamiento curativo.






