La última Copa de Jota
El Madrid Arena acoge desde este mediodía y hasta el próximo domingo la Final a Ocho de la 43ª edición de la Copa del Rey, la última de Jota González al frente del banquillo riojano.
En un formato tomado del baloncesto, extenuante para los jugadores y fastidioso para los aficionados riojanos dada la complejidad de desplazarse a la capital en horario laboral (Madrid Arena, 12.30 horas), el Ciudad de Logroño sueña con el primer título de su historia.
Desde hace un lustro, los títulos nacionales están blindados, son dominio exclusivo del Barça, pero los seguidores riojanos intuyen que este año puede ser diferente. Porque es el último de Jota González en el banquillo logroñés, y eso ya es un aliciente, y porque el Barça ha dejado de pertenecer a la casta de los intocables. El empate con el Guadalajara, la derrota con el Granollers y la imagen de cansina suficiencia que el conjunto blaugrana ha desplegado en numerosas canchas (en Artaleku, sin ir más lejos), impulsa el ánimo de revancha de los siete coprotagonistas de la cita madrileña.
El Ciudad de Logroño cree en una Copa que le reserva a Anaitasuna como primer rival este mediodía mientras que, en caso de victoria, el pase a la final se lo jugaría este sábado ante el vencedor del Ademar-Guadalajara.
Jota González, en declaraciones recogidas por Efe, recelaba del favoritismo riojano porque «lo anterior no cuenta mucho». «Empezamos muy mal año, en la jornada 9 estábamos en descenso, pero ahora venimos en una dinámica muy positiva, por lo que lo importante es que no nos relajemos y dar el máximo, porque la Copa es una competición especial», informaba.
El vallisoletano tenía palabras de elogio para los navarros «un equipo con una muy buena portería, con mucha velocidad en su juego y que en ataque estático sabe jugar con paciencia».
Apezetxea, su homólogo en Anaitasuna, reconocía que los precedentes en liga (dos derrotas) son malos «pero ya les ganamos en Copa».
El recuerdo de 2016 sigue presente. Pero este Ciudad de Logroño es otro.






