Repetir lo imposible
Repetir lo imposible es la misión que tiene por delante la UDL para tratar de arañar una de las dos plazas, las que ocupan de forma eventual Real B y Racing, que aún no están asignadas para el ‘play off’. Llegar a la altura de Sporting B, líder, y Mirandés, segundo, parece más improblable.
Tras empatar en Sarriena y perder en Zubieta, la UDL se ha visto descolgada a la séptima posición a siete puntos de la Real B, con la que empata el average, y a seis del Racing, al que visitará en la antepenúltima jornada.
Con 24 puntos por decidirse, y muchos duelos directos en el horizonte, la UDL está obligada a calcar, prácticamente, su desempeño en las últimas ocho jornadas de la 2016-17 para volver a pelear por el ascenso.
El pasado curso, la UDL llegó prácticamente desahuciada a los dos últimos meses de competición. La derrota por 3-4 con el Albacete supuso la destitución de Rafe Berges, relevo a su vez de Carlos Pouso, al tiempo que los blanquirrojos se asomaban de forma peligrosa a la promoción por la permanencia.
La llegada de Sergio Rodríguez al banquillo, hace ahora justo un año, hizo que la UDL pasara de pelear por salvar la categoría a clasificarse para la Copa del Rey en la última jornada.
En los últimos ocho partidos, los blanquirrojos lograron un balance irrepetible: siete victorias (ante Sanse, Navalcarnero, Mensajero, Castilla, Real Sociedad B, Real Unión y Gernika, en la despedida del curso) intercaladas con una sola derrota ante el Amorebieta, en la penúltima fecha liguera. El 1-0 en Urritxe no tuvo efectos clasificatorios porque los riojanos acabaron sextos con 56 puntos, a cuatro del Leioa, quinto, y a cinco del Majadahonda, cuarto con 61 puntos (cifra inusualmente baja).
Repetir esta gesta se aventura complicado. A la UDL no le falta potencial pero por delante aguardan seis rivales con mucho en juego. De hecho, Real Unión y Arenas, los próximos dos rivales, son los únicos que ya tienen la temporada ‘salvada’.
El resto, se juegan la promoción por el ascenso como es el caso de Gernika, Mirandés, Sporting B y Racing, o incluso el descenso, como la Peña Sport e Izarra, los dos últimos rivales. Pese a su desventaja con el cuarto, la UDL depende de sí misma. Aunque tiene que hacerlo muy bien en estos dos meses






