Suspendido el juicio por abusos sexuales por incomparecencia de las menores
Efe / Logroño
La Audiencia Provincial de Logroño ha suspendido este lunes el juicio contra un hombre, como presunto autor de dos delitos contra la libertad sexual de dos niñas por los que el fiscal le pide 19 años de cárcel, por la incomparecencia de las dos menores.
Las niñas, que tenían 4 y 6 años cuando ocurrieron los hechos en 2013, no han asistido a la vista celebrada en el Palacio de Justicia, donde se había previsto que declarasen por videoconferencia acompañadas de una psicóloga y en ningún momento se iban a cruzar con el presunto autor de los abusos sexuales.
Sin embargo, los padres de las menores han preferido que no acudiesen a declarar, a pesar de que estaban citadas por el tribunal, han informado fuentes judiciales.
El juicio volverá a señalarse en el mes de junio o de julio de este año, porque la agenda de la Audiencia Provincial está completa hasta finales de mayo.
Según recoge el fiscal en su escrito de acusación, el acusado presuntamente cometió los dos delitos de abusos sexuales cuando se quedó a solas con las niñas, con el pretexto de jugar al escondite con un grupo de menores, entre los que se encontraban sus dos hijos.
El fiscal ha explicado que si los padres de las pequeñas no permiten que estas declaren ante el tribunal podrían incurrir en un delito de obstrucción a la justicia o desobediencia, salvo que todas las partes renuncien a esta prueba testifical.
La acusación particular ejercida por los padres ha justificado la ausencia de las niñas en que se pretende evitar una «victimización secundaria», al tener que revivir unos hechos ocurridos hace cinco años.
La defensa ha recalcado que no ha podido intervenir en ninguna de las declaraciones de las menores durante la instrucción del caso, ya que solo existe una declaración grabada en vídeo ante la Guardia Civil en presencia de una psicóloga, sin que estuviese tampoco ningún representante del Ministerio Público. Por ello, el abogado del acusado ha recalcado que «no puede considerarse válida» esta grabación, en la que aún no se habían judicializado los hechos en el procedimiento penal. Así, ha considerado que «el valor probatorio de esa declaración es bastante vago».
Antes de que se suspendiera la vista, el acusado ha expresado su disconformidad con este aplazamiento, porque ha dicho que lleva cinco años «con esta espada de Damocles» encima y ha asegurado que este asunto le está «arruinando la vida». «Yo entiendo que tengan mucho trabajo, pero no puedo seguir más, quiero declarar ya y que se avance en el juicio», ha solicitado al tribunal, ya que la vista estaba señalada para tres jornadas consecutivas. También ha lamentado que se le vaya a juzgar por unos hechos sobre lo único que se tiene como prueba son unos DVD grabados.
Tras la suspensión de la vista, el presidente de la Audiencia Provincial, Alfonso Santisteban, ha explicado a los periodistas que, en un principio, todas las partes estaban de acuerdo en que declarasen las menores, pero posteriormente la acusación particular pidió que no lo hicieran «para no perjudicarlas en su desarrollo». Como han transcurrido cinco años, se pretendía evitar que reviviesen unos hechos a los que no dieron importancia en su momento, ha indicado.
Sin embargo, ha recordado que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos sostiene que deben declarar las menores, siempre con todas las medidas de prevención, prudencia y garantía, además de evitar el mayor perjuicio posible. Por ello, ha dicho que dictó un auto en el que se recordó a los padres la obligación de asistir a la vista, que la acusación particular recurrió la semana pasada, pero el Tribunal volvió a remitir el citado auto.
Santisteban ha subrayado que las menores iban a declarar mediante videoconferencia en un lugar diferente a la sala de vistas y en ningún momento estarían en contacto con el acusado. Las niñas estarían acompañadas por una psicóloga -quien habría declarado previamente como perito-, quien sería la interlocutora entre el tribunal y las niñas.
Ha insistido en que se tiene que garantizar la presunción de inocencia del acusado y también la tutela judicial efectiva durante las declaraciones, y el abogado de la defensa no tuvo ocasión de intervenir cuando las niñas declararon ante la Guardia Civil.






