El PSOE lamenta la «progresiva mercantilización» de la sanidad
Efe / Logroño
La secretaria federal de Sanidad y Consumo del PSOE, María Luisa Carcedo, ha lamentado la «progresiva mercantilización y privatización del sistema nacional sanitario», que se justifica en un «supuesto equilibrio fiscal» a costa de los servicios públicos.
Carcedo ha ofrecido una rueda de prensa en Logroño acompañada por la portavoz parlamentaria socialista de La Rioja, Concha Andreu, tras reunirse con profesionales sanitarios del Hospital San Pedro. La responsable federal de Sanidad del PSOE también se desplazó a Calahorra para mantener un encuentro con el comité de empresa de la Fundación Hospital y con asociaciones de consumidores.
Según sus datos, en 2010 la participación de la sanidad privada en los recursos públicos era del 25 por ciento, y en cuatro años esta cifra aumentó hasta el 30 por ciento. A su juicio, la situación sanitaria en La Rioja, al igual que otras comunidades autónomas, es «consecuencia de las decisiones políticas», tomadas en la búsqueda de un «supuesto equilibrio fiscal».
Carcedo ha asegurado que en 2010 la sanidad supone el 6,4% del Producto Interior Bruto (PIB), pero en 2020 se prevé reducir esa cifra al 5,57%, lo que supondrá «muchos recursos públicos detraídos a este servicio asistencial». A pesar de que la demanda sanitaria es mayor, por el aumento de la esperanza de vida, cada vez se dedican más recursos a la sanidad privada, a pesar de que «no está demostrado que la gestión privada sea mejor que la pública».
Por ello, ha recomendado a todos los gestores públicos que defienden la privatización de recursos sanitarios que se dediquen a trabajar en esas empresas.
«Opacidad» en las listas de espera
Por su parte, Andreu ha censurado la «total pérdida de la calidad asistencial de la sanidad pública en La Rioja», causada por la «opacidad» en las listas de espera, la gestión de personal y la derivación de 35 millones de euros anuales a empresas privadas.
La portavoz parlamentaria socialista riojana ha subrayado que «no hay manera de saber cuál es el tiempo de espera antes de una intervención quirúrgica» y, además, cuando un paciente rechaza ser operado en una clínica privada, se le pone en el último puesto de la lista de espera.






