«No contar con la Cámara para internacionalización es como tener un buen coche guardado en un garaje; un despropósito»
Feli Agustín / Logroño
José María Ruiz Alejos, a punto de dejar su puesto al frente de la Cámara de Comercio riojana, sigue reivindicando el papel de la entidad tras las fricciones mantenidas con el Gobierno. «No queremos molestarles, solo queremos que entiendan que, si estuvieran en nuestro lugar, harían lo mismo».
¿Se ha rebajado la tensión con el Gobierno riojano?
Sí, por nuestra parte no hay ningún tipo de tensión, aunque sí la legítima defensa de nuestros interesados. El Gobierno debe encajar la reivindicación de estos interés económicos y empresariales. No solo hacemos las encuestas de coyuntura, sino que seguimos las estadísticas y decimos lo que es la realidad de la región. El Gobierno debe tomarlo con normalidad y no pensar que es una cuestión política;es únicamente empresarial.
¿Cómo van las cosas?
No van mal, aunque yo creo que podrían ir mejor. La Rioja podría ir progresando en mayor medida de lo que lo hace.
¿Y por qué cree que no progresa?
O bien falta un proyecto económico de conjunto, o si éste existe, no se está desarrollado.
¿Cree que no existen unas líneas estratégicas en el área económica?
Me baso en lo que hacen otras comunidades autónomas, que tienen proyectos inmediatos. Aquí nos cuesta visualizar esa programación. Y, al respecto, una de las cosas que no se están haciendo del todo bien es no contar con la Cámara de Comercio para sacar más provecho a un instrumento que entendemos que es muy importante para el impulso de la economía, la internacionalización o la captación de empresas. Es un asunto pendiente y estamos en la mejor disposición para cooperar con el Gobierno que, en este momento, nos demanda poca colaboración.
¿Qué es poca?
En este momento, estamos escasísimos de proyectos en común o aspectos a desarrollar; no tenemos programa de internacionalización conjunto. El Ejecutivo está en su derecho de darle encomiendas a la Cámara o no, pero espero que cambien de actitud por el bien de las empresas y la economía riojana.
¿Y a qué cree que se debe este abandono?
No sabría decirle. Y eso que los empresarios le dan gran valor a la Cámara; tenemos el respaldo de 4.000 empresas, de las más grandes a las más pequeñas, que nos confieren una representatividad, de hecho y derecho, que el Gobierno no valora.
¿Y cree usted que esta recuperación a la que se refería está siendo homogénea?
Que la situación está mejorando es evidente, y ahí está el crecimiento económico para demostrarlo. Pero sí hay que destacar la diferente posición que La Rioja ha ocupado tradicionalmente dentro de la media nacional y la que está empezando a ocupar en algunos aspectos. Estamos perdiendo posiciones comparativas y competitivas con otras regiones. Eso no quiere decir que La Rioja esté mal, en absoluto. Lo que quiere decir es que en otros momentos hemos tenido un diferencial mayor con el resto de España. A partir de ahí, no podemos de ninguna manera minimizar los datos o evitar analizarlos. Nosotros, en el mundo empresarial, sabemos que la decadencia de una empresa comienza con el conformismo, cuando cree que todo va bien, que no hay medidas que tomar, que no hay mucho más que hacer, que todo va fenomenal.
Y esto es lo que quiero trasladar a nuestros gobernantes: no pueden ser conformistas, deben ser autocríticos y tienen que pensar que si en el mundo de la empresa hay que acometer una serie de mejoras, vamos a hacerlo entre todos los que tenemos algo que decir al respecto, estableciendo una colaboración, liderada por el Gobierno, donde se puedan tomar medidas y mejorar lo que pensamos que no está del todo bien.
¿Y cuáles opina usted que serían esas medidas?
Lo primero que haría, sin lugar a dudas, sería abordar las infraestructuras. Tenemos que hacer una piña entre Gobierno, organizaciones empresariales, partidos políticos o sindicatos para reivindicar lo que entendemos que es un agravio comparativo con el resto de comunidades.
¿Cuáles son las principales deficiencias en materia de infraestructuras?
La Cámara ha estado ahí, en primera línea, para reivindicar el ferrocarril o las carreteras. En cuanto al tren, ya hemos dejado claro que el trazado inicial -Castejón-Miranda-, que se ha sustituido por otro vía Pamplona, es un disparate y agravio comparativo, que deja a La Rioja en una situación de desventaja. Respecto a la autopista, es necesario que tenga capilaridad para vertebrar el territorio riojano; de lo contrario, será lo que es ahora, una autopista de pago que pasa por La Rioja. Aunque se están haciendo cosas, no vemos como se van a conectar Arnedo o Alfaro con esta autopista porque ni siquiera están previstas. No se contempla tampoco un viejo proyecto, el desdoblamiento de la carretera Arnedo-Calahorra. Vamos a seguir defendiendo estas infraestructuras con este u otro Gobierno.
¿En qué otras áreas considera que hay que intervenir?
Hay que analizar nuestras fortalezas y debilidades, que las hay, para corregirlas y que se pueden tomar medias para solventarlas a tiempo.
¿Y cuáles son esas debilidades?
El tamaño de las empresas que, en general, tienen una dimensión que no es la más competitiva . Todo lo que se ha ido haciendo al respecto se ha hecho sin contar con los propios interesados; no se pueden establecer incentivos para que se unan dos empresas sin hablar con los empresarios y ver cuáles serían los elementos que ellos necesitan para poder llegar a una fusión. Hay mucho que hacer en este sentido y no se está hablando con los empresarios, lo que implica perder una oportunidad cuando en otras comunidades las empresas están creciendo a mayor ritmo de lo que lo están haciendo en La Rioja.
¿Se está trabajando bien en el objetivo de captar nuevas empresas?
No lo sé. No conozco que haya un equipo que esté trabajando en está área. Nosotros no hemos sido llamados por el Gobierno para hacer ninguna actuación. Sí que nosotros presentamos hace dos años una posible colaboración con el Gobierno con este fin, que no llegó a concretarse. No obstante, ese convenio se podía haber aprovechado para, a través de las cámaras de comercio, con las que tenemos un colaboración muy estrecha, ofrecer esas posibilidades que tiene La Rioja para ubicar empresas. Esperamos que el Ejecutivo llegue a la conclusión de que contar con la Cámara otorga una serie de posibilidades a las empresas riojana, también y sobre todo en el exterior, pues trabajamos en red con las diferentes cámaras del mundo.
¿Y cómo es ese trabajo en red a nivel mundial?
Ofrecemos todo tipo de contactos. Podemos contar con cualquier cámara de comercio en el mundo para convocar reuniones con empresarios de diferentes sectores o hacemos misiones comerciales. Las empresas cuentan con la fiabilidad de la Cámara, que puede sacar la cara por ellos ante posibles clientes o proveedores desconocidos.
¿Y cree que es esta área, la de internacionalización, se está trabajando poco?
Yo entiendo que sí. No contar con la Cámara de Comercio para los planes de internacionalización es como tener un buen coche sin utilizar guardado en el garaje. Es un despropósito que debiera ser corregido lo antes posible.
¿Cómo contempla el conflicto catalán? ¿Cómo puede influir en el avance empresarial?
Pues está meridianamente claro. Las empresas están dejando patente lo que necesitan, garantías jurídicas y confianza en los gobernantes autonómicos. Lo peor que le puede pasar a una empresa es no tener claro que le puede suceder mañana. En este contexto de economía global, no nos podemos desmarcar de esas garantías jurídicas que ofrece un gobierno y en la confianza en el funcionamiento diario de nuestras instituciones. Eso se ha roto en Cataluña y, por ello, se ha aplicado el artículo 155 de la Constitución, a mi modo de ver, correctamente. Ahora debemos esperar que la vuelta a la normalidad sea lo antes posible. Porque, sin lugar a dudas, todo el tiempo que se dilate el retorno a la normalidad será un coste que vamos a pagar tanto los catalanes como los españoles.
En breve habrá elecciones a la Cámara.
Sí, esperamos que las convoque el Gobierno nacional y estamos ya en proceso electoral. Hay ya una exposición pública del censo. Calculo que en marzo o abril habrá elecciones.
La afiliación a las cámaras dejó hace unos años de ser obligatoria para ser voluntaria. ¿Cómo ha sido la adaptación de la Cámara de comercio a esta situación?
Las leyes, tanto nacional como autonómica, nos encomiendan diversos servicios públicos y gratuitos que entendemos que deben ser financiados con fondos públicos, al igual que sucede con la enseñanza o la sanidad pública. Sin embargo, aquí no se está produciendo. Hemos solicitado, por activa y por pasiva, que se paguen a la Cámara las cantidades equivalentes a dichos servicios y no hemos obtenido respuesta alguna.
A mi me parece un tremendo error porque si esos servicios no se sufragan con fondos públicos, imagino que dejarán de prestarse, lo que sería una verdadera pena. La Cámara es el lugar al que puede acudir cualquier emprendedor para iniciar una empresa o un comerciante que desea información sobre aspectos legales. Hay muchas consultas diarias que atendemos y que deben estar financiadas. Llevamos varios años con la nueva ley y no se nos ha abonado ni un solo céntimo a la Cámara de Comercio, lo que nos hace pensar que es una cantidad que, un día u otro, nos ha de pagar con carácter retroactivo. Hay otros servicios, como de formación u otros, que sí deben abonar los empresarios y así lo hacemos.
¿Cómo se ha solventado esta situación en otras comunidades?
Pues la mayoría están entendiendo que hay que abonar los servicios de la Cámara de Comercio y consignan una cuantía en sus presupuestos. Y en esto, también, se está quedando a la zaga el Gobierno riojano, que debería sumarse a ese criterio general. Que nos conste, este año tampoco se va incluir en las cuentas públicas lo que nos hace pensar que el Gobierno no quiere contar con la Cámara, lo que un día u otro, pasará factura. No hay una sola región en el mundo que no trabaje con su cámara para apoyar, fomentar e incentivar sus empresas.





