«Cualquiera puede ser líder»
Adala Moto (Yaoundé, 1993) disputará el viernes su tercer partido como jugador del Clavijo, club al que llegó hace poco más de una semana después de un proceloso trámite. Inscrito a finales de agosto en la Oro, el ala-pívot acabó a mediados de septiembre su participación en el Afrobasket y, mientras tanto, deambuló por Camerún y Estados Unidos a la espera de su visado. Éste llegó aunque el interior se perdió las tres primeras jornadas y una pretemporada que realiza a marchas forzadas entre partido y partido.
Tras un debut precipitado en Prat -dispuso de cinco minutos pero acabó con 3 puntos de valoración negativa-, el pasado viernes ante el Lleida ofreció unos números más que decentes: 10 puntos (50% en tiros de dos) en los 19 minutos que estuvo en pista, con 9 rebotes (uno de ellos en ataque) y 17 puntos de valoración, sólo superado por Yates.
Jenaro Díaz, su nuevo técnico, se mostraba satisfecho con las prestaciones de Adala: «Estamos contentos con él por lo que está jugando y por lo que puede llegar a ayudar. Creo que un jugador es bueno en cuanto hace mejor a sus compañeros y Adala es este tipo de jugador. Nos va a ayudar mucho».
El camerunés se mostró contento «por estar aquí» aunque reconoció que el trámite burocrático se demoró en exceso. Formado en la École de Basquet Kossengwe, no tardó en dar el salto al baloncesto universitario estadounidense, de la mano de Wake Forest, de Carolina del Norte, de la NACC, y de Towson (Maryland), donde jugó en la NCAA.
Primera experiencia europea
En Logroño vive su primera experiencia en Europa, de la mano de una Oro cuyo baloncesto «exige mucho a nivel táctico». «Es una buena categoría, bien estructurada y muy competitiva, muy exigente tanto a nivel de ejecución como de conjunción con los compañeros», describía. «Es una competición en la que cualquiera te puede ganar, con un buen nivel desde el punto de vista técnico y con equipos muy bien entrenados», completó.
Definido por Jenaro Díaz como un jugador destinado a hacer mejor a sus compañeros, se reconoció como un ala-pívot (mide 1,98 metros) «físico». «Estoy tratando de adaptarme a este tipo de juego, bien sea reboteando, defendiendo o jugando sin balón. Trato de ayudar tanto en defensa como en ataque aunque todavía estoy conociendo una nueva liga y una nueva estructura de equipo», principiaba.
Consciente de que su debut en Prat fue forzado («fue un partido duro, tras un largo viaje y sin apenas conocer a mis compañeros pero se me ofreció la posibilidad de viajar y quería participar de la dinámica del equipo», recordó), ante el Lleida sus prestaciones fueron notables. «Hicimos un buen nivel de entrenamientos. Se perdió pero las sensaciones siempre fueron buenas», completó.
«Soy una pieza más del equipo»
Señalado como el referente de este Clavijo en pleno proceso de formación, el ‘4’ camerunés recela de su condición de ‘solista’: «No me siento como un jugador franquicia. Sólo soy una pieza más del equipo», explicitó.
En su opinión, dentro del estilo coral que quiere imprimir Jenaro Díaz a este Clavijo, «cualquiera puede ser líder». «Un día le toca a uno y al siguiente, a otro. Juego para que hagamos un buen campeonato y para aportar mi granito de arena», se despidió.






