Ginés Marín lidia con los niños
Bárbara Moreno / logroño
El gaditano Ginés Marín, desconocido hasta hace un año para muchos, es el joven torero de moda de la temporada, gracias a su triunfo y Puerta Grande en Las Ventas, en Madrid, o en Pamplona. Y hoy ninguna plaza de nombre quiere perder su torería. Con tan solo 20 años es un torero reconocido y alabado por el mundo taurino, y este viernes llegaba a la plaza de toros de La Ribera, pero, por la mañana fue el encargado de la actividad que organiza el Ayuntamiento de Logroño ‘Jugando al toro..’., y quien mejor que este joven diestro para explicar a los chicos cómo hace menos de 10 años era un chiquillo y hoy todo un matador de toros. Así explicó que además de ser ‘un autentico placer estar en Logroño’, se alegraba de ver a tanta gente joven, ‘porque sois el futuro de la fiesta, y hay que crear afición’.
Él, según narró, entró en contacto con el toreo desde muy pequeño. ‘Con cuatro años ya iba al campo y tenía contacto con los caballos y toros’. Su padre es picador (Guillermo Marín), y de ahí le viene la afición.
El diestro comenzó la sesión en el Espolón ante numeroso público con un bonito toreo de salón, con esos ademanes taurino preciosos y elegantes, explicando cómo se para al toro nada más salir de chiqueros, y después, hizo lances de tanteo, ‘para ver como embiste el toro’, y empezar a faenar y dirigir. ‘Y si tiene condiciones’, explicó, se enlaza por ejemplo con la verónica, y ahí dio muestras de ese quite tan bonito y elegante, del que ya muchos en el albero se olvidan. Y es que el capote para muchos se queda en un segundo plano, para pasar pronto a la muleta, que es la lidia que en cuestión les otorga los triunfos.
Ginés Marín explicó también cómo se coge la muleta, y después de unos bonitos pases, se puso a jugar con los niños, e incluso hizo de toro, llevando él mismo el carretón. Un detalle de un torero que se ha ganado a la afición gracias precisamente a sus bellos detalles en las plazas, y a su humildad.






