Pasan los años, ya no está ni Titín ni Irujo ni Bariola pero Aimar Olaizola sigue rindiendo al más alto nivel. Camino de los cuarenta, son muchas ferias las que el goizuetarra lleva exhibiendo su inagotable repertorio. El miércoles, en el Adarraga, dejó su tarjeta de presentación habitual, una decena de ganchos canónicos que dejaron trasquilado a un Iker Irribarria cuyo paso por Logroño ha vuelto a ser decepcionate.
Aimar y Zabaleta, que fue, en pretérito, el mejor zaguero del circuito pero que dista mucho de su mejor nivel, se llevaron la victoria más abultada de lo que llevamos de torneo (22-9) en un partido sin rival que sirvió para demostrar la clase que atesora el delantero navarro.
En el estado que exhibió en la noche del miércoles, Aimar hubiera ganado con cualquiera. Con un saque, mal restado por Irribarria, y con trece zarpazos milimétricos, Olaizola y Zabaleta solventaron la tímida oposición de Iker y Mikel Larunbe. 35 insulsos minutos y 304 pelotaris valieron la victoria del dúo colorado, que será dificíl que con Ezkurdia y Albisu, sus contricantes mañana por un puesto en la final, lo tengan tan fácil.
Con Larunbe convocado por la lesión de Urrutikoetxea, Irribarria encontraba un zaguero natural pero ni por esas sumó el de Arama. Sólo en los primeros intercambios, Iker y Mikel funcionaron como pareja. El vizcaíno mantuvo a raya a Zabaleta, que acabó la noche entregando cinco pelotas, las mismas que erró Larunbe, mucho más encimado no obstante, mientras que el guipuzcoano entró con soltura al remate. De esta forma, se guisaron los primeros tantos (3-1 y 3-3) hasta que Olaizola sacó a pasear su zurda para aguijonear a Irribarria a base de ganchos milimétricos, como los de antaño.
De un plumazo, un estelar que se presumía igualado, pasó a un clarificador 11-3. No era la feria de Irribarria por más que Zabaleta, con dos errores consecutivos, animara su reacción, primero besando la chapa y luego entregando un tímido intercambio en los cuadros largos.
Porque a Larunbe también le entró la temblera e Irribarria fue incapaz de descargarle de trabajo hasta que Aimar, a base de saques-remates (hasta cuatro ejecutó con maestría), destrozó todo atisbo de resistencia azul.
Los vencedores se dispararon hasta el 17-5 que dio por finiquitada la contienda. Sólo quedaba por ver hasta dónde daba el orgullo de Irribarria. No dio para mucho, no pasó del cartón nueve.
Larunbe estuvo mal; el delantero de Arama, peor; y Zabaleta, a la espera de recuperar la chispa de otrora, sonríe porque su compañero vuelve a ser el de siempre.
El finalista de la feria se conoce este jueves
La feria matea se caldea con la llegada de las ‘semifinales’ directas del torneo. La primera llega esta tarde, con el último choque del grupo A.
Este jueves se conocerá qué riojano peleará por la final el domingo y, de momento, el único que depende de sí mismo es Víctor, ganador en el debut del torneo.
El delantero ezcarayense, que contará con el acompañamiento de Rezusta, tiene dos opciones para clasificarse. La directa pasa por ganar a Altuna y Untoria. Pero en caso de que esto no fuera posible, Víctor y Rezusta estarán en la final siempre que lleguen al cartón veintiuno toda vez que ganaron en el primer partido por 22-17 a Bengoetxea y Merino II que, en la actualidad, tienen también una victoria y tres tantos en su favor.
Las opciones de Altuna y Untoria son más remotas y pasan, impepinablemente, por ganar pero porque sus oponentes no hagan más de once tantos. En ese caso serían finalistas al tener +3 a su favor, pero su victoria sería más abultada (22-11) que la conseguida por Oinatz y David ante ellos (22-14).
Cualquier victoria de Altuna y Untoria, con Víctor y Beñat firmando entre 12 y 20 tantos, clasifica para el domingo a Oinatz y Merino II.
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