Bárbara Moreno / Logroño
La vendimia se va adelantar este año y con ella también la llegada de temporeros. Cáritas parroquiales de las localidades riojanas con más afluencia de temporeros ya han comenzado a prestar su servicio de acogida, información y también atención básica. La atención la vienen desarrollando desde hace unas semanas en Alfaro, pero este mismo lunes abrieron el alojamiento municipal -el de Logroño y otras localidades se irán abriendo a medida que vaya comenzando la vendimia-. Solo en esta jornada, esta localidad Riojabajeña ya ha ofrecido servicio a 110 temporeros y todos ellos trabajaron, más bien en la recogida de otras frutas. Pero estos ya se quedan a la espera de la uva.
Esta campaña se prevé más desigual y más larga, debido a las inclemencias meteorológicas tan diferentes en la geografía que forma la Denominación (como por ejemplo las heladas).
El responsable de Integración Social de Cáritas, Joaquín Yangüela, explica que es difícil saber cuántos temporeros van a llegar, aunque cada vez se necesita menos mano de obra porque la vendimia está más mecanizada. Pero señala que el año pasado por ejemplo, que desde Cáritas atendieron a más de 600 temporeros (más de 80% extranjeros), la mayor parte de ellos encontraron trabajo. Indica que, en cualquier caso, la mayor parte viene contratada, «y así debe de ser». Por lo que pide más colaboración a las administraciones, y a otras instituciones y agricultores para que faciliten que los temporeros vengan ya con su contrato y su alojamiento, o de no ser así, que se cree un sitio fijo de oficina de contratación donde puedan acudir, para evitar la típica imagen de todos los años de los alrededores de la estación de autobuses de Logroño.
Así, desde Cáritas hace un llamamiento a agricultores para que sean ellos los que contraten a temporeros a través de las bolsas de empleo que se encuentran en sindicatos agrarios, ayuntamientos u oficinas del Servicio Riojano de Empleo. Y en cualquier caso, que se erradiquen las mafias que aún existen.
Cualificados
Yangüela considera que es importante sensibilizar a la sociedad para que vean a estas personas como trabajadores que van y vienen. ««Muchos están cualificados porque trabajan siempre en recolectas, llevan más de 10 años viviendo en España trabajando de lo mismo por lo que son conocedoras del idioma». «No son maleantes», añade.
La mayor parte son de nacionalidad portuguesa (estos van más en cuadrillas), marroquíes, rumanos, españoles y sudamericanos.
Cáritas colabora no solo con ropa, comida y alojamiento, tanto en Alfaro, Calahorra, Logroño, Fuenmayor, Haro, sino que ofrecen información y asesoramiento en caso de denuncias o quejas.
Evitar la subcontratación
El salario mínimo del temporero son 7,46 euros por hora y la jornada 8 horas. Los gastos que asume el agricultor de Seguridad Social son de 13,40 euros trabajador por día. Los pagos son individuales. Se paga a cada trabajador su parte, no a terceras personas ni de manera grupal.
La intención es combatir la subcontratación, indican desde el sindicato agrario UAGR, quienes recuerdan que las sanciones en caso de subcontratación o contratación ilegal es de a partir de 6.251 euros. Desde la Unión de Trabajadores denuncian que las Administraciones se desentienden de este problema social, al no planificar previamente la llegada de personas que buscan trabajo, su alojamiento hasta que sean contratados, o las atenciones humanitarias que puedan necesitar. Así reclaman más alojamiento públicos.
