La incertidumbre planea sobre la economía riojana que se desacelera
Feli Agustión / Logroño
En un contexto nacional e internacional cuya complejidad no acaba de disiparse, con la salida del Reino Unido de la UE y dos procesos electorales a la vuelta de la esquina, la incertidumbre planea sobre la economía riojana que cerró el año pasado con un comportamiento estable. «La situación es complicada, marcada por la inestabilidad en nuestro país y el mundo», entiende el consejero de Hacienda, Alfonso Domínguez, que considera que las «erróneas» políticas de Pedro Sánchez no clarifican un escenario abocado a la desaceleración, tanto de la economía nacional como riojana, que no se prevé que experimenten un crecimiento superior al 1,8 o 2%.
En un panorama de incertidumbre e inseguridad, el responsable de las cuentas públicas riojanas no se atreve a enviar mensajes audaces y apela a la prudencia, destacando el ahorro como un valor seguro.
Domínguez ha dado estas reflexiones durante el análisis que ha ofrecido del informe de Coyuntura Económica de La Rioja correspondiente al cuarto trimestre de 2018, que refleja que la economía riojana tuvo un comportamiento estable.
Lo bueno y lo malo
Según este documento, que elabora el Instituto de Estadística de La Rioja, esta estabilidad es fruto del buen comportamiento de servicios, construcción y del comercio exterior, que sigue registrando guarismos positivos.
En el análisis sectorial, se confirma que construcción continúa, paulatinamente, saliendo de la profunda sima en la que se hundió durante de la década de crisis y experimentó el año pasado un crecimiento del 2,1%, gracias a la rehabilitación y la obra civil.
El otro ámbito que manifestó un tono expansivo fue servicios cuya cifra de negocios cerró el año con un 6,7%, en terreno positivo desde 2013. En esta área, el consejero ha destacado el comportamiento de turismo, con el crecimiento del número de viajeros alojados en hoteles un 1,4% en relación con el mismo periodo del año anterior, así como las pernoctaciones, que se incrementaron un 1,8% interanual.
No obstante, el sector que más creció en 2018 fue agricultura, un sobresaliente 12%, aunque el consejero ha matizado esta cifra, que llega después de un año especialmente malo para el campo, puesto que en 2017 el descenso fue del 13,8%.
El punto negro a este panorama lo dibuja industria, donde la producción manufacturera descendió un 3,3% anual, obedeciendo al notable retroceso de la fabricación de bebidas (-10,9%) y algunas ramas vinculadas con la automoción.
De paro, consumo y exportaciones
Natalia Ríos, directora del Instituto de Estadística de La Rioja, analizó con mayor profundidad tres indicadores económicos que, en conjunto, ayudaron al comportamiento estable de la economía regional.
Así, el mercado de trabajo consolidó su dinámica de recuperación, según se refleja en el Informe de Coyuntura, que contempla que la población ocupada, según la EPA, creció en 2018 del 2,7%, y la tasa de paro se redujo hasta el 10,4%, la más baja desde 2009.
Por lo que se refiere a la demanda interna, en el cuarto trimestre los indicadores relativos al consumo privado arrojaron resultados dispares al reducirse, en la recta final del año, las matriculaciones de turismo un 13,9%, aunque en el conjunto del año creció un 1,5%. Por contra, las compraventas de vivienda crecieron en 2018 un notable 18,9%.
Las exportaciones volvieron el año pasado a batir un nuevo récord y contabilizaron un valor total de 1.853,4 millones de euros, con un incremento del 0,3% con respecto al año anterior.






