15 años de ilusión
Son malos tiempos para el fútbol logroñés pero eso no ha sido impedimento para que el Rioja Sala haya consolidado su estructura en nuestro modesto fútbol sala.
La entidad logroñesa, que nació un 14 de septiembre de 2004 de la mano de Carlos Díez Palenzuela, Carlos Peñalva y Alfonso Marcina (que sigue jugando en el equipo de Tercera de los naranjas), celebra esta temporada sus primeros quince años de vida.
Todo nació de la ilusión de Carlos Peñalva, ex jugador del Pacharán La Navarra, el equipo histórico del fútbol sala logroñes, y de un grupo de amigos que optaron por debutar en la extinta Primera B, el nombre que recibía por aquel entonces la Tercera división, categoría por aquella época de índole territorial pero que ahora tiene rango nacional.
En estos quince años de existencia, el Rioja Sala ha consolidado su estructura, pese a lo difícil que es apostar en Logroño por los valores formativos del que en su día fue conocido como deporte de moda.
Carlos Díez, presidente del club, sigue, quince años después, «ilusionado» con el proyecto que arrancó en el Polideportivo de El Cubo y que ahora tiene como base Valdegastea. El Rioja Sala ha echado raíces en la zona e, incluso, tiene su sede social en el Centro Cívico de Yagüe.
Cinco equipos
El Rioja Sala tiene en la actualidad cinco equipos, para un total de unas setenta y cinco licencias, una proeza dado que en Logroño el aficionado da la espalda al fútbol sala.
Para esta temporada, el Rioja Sala está representado en cinco categorías: infantil, juvenil territorial, División de Honor, sénior y Tercera, siendo este el decano de sus equipos. Para un futuro cercano, el deseo de la entidad es «poder ampliar la base con un cadete y alevín», categorías en las que por ahora no están representados.
El club, pese a su continua presencia en Primera Nacional B o Tercera división, no ambiciona dar el salto a Segunda B «porque para un equipo logroñés es complicado por no decir imposible». «Dar el salto a División de Honor Juvenil ya ha sido arduo pero había que darlo. Competir en Segunda B es inviable», apuntaba el presidente de la entidad.
El principal objetivo deportivo del Rioja Sala para su decimoquinta temporada de existencia es consolidarse en División de Honor Juvenil, categoría a la que fue invitado en su condición de subcampeón del grupo riojano de Liga Juvenil Nacional. «Es complicado pero lo vamos a intentar», apuntaba consciente de que el Rioja Sala puede intentar competir en igual de condiciones con sus compañeros riojanos del grupo 6 (AD Lardero, Valle del Ebro y EDF) pero «los zaragozanos están realmente por encima».
Aunque en estos quince años la directiva logroñesa no ha perdido la ilusión, sí que asumen que «cada vez es más complicado» sacar adelante en la capital riojana cualquier proyecto de fútbol sala.
Presupuesto del club
La entidad, la mayor en número de cuantas en Logroño se dedican a este deporte, cuenta con un presupuesto aproximado de 35.000 euros, una cantidad importante para un club que se autofinancia.
«Arbitrajes, fichas y alquiler de polideportivos» se llevan el grueso de un presupuesto ajustado al máximo. La aportación la Federación Española de Fútbol por los derechos televisivos «ayuda» aunque el Rioja Sala, como el resto de clubes no sólo de Logroño sino de La Rioja, sobreviven de puro milagro.
De momento, con 15 años a la espalda y camino de la mayoría de edad, el Rioja Sala no pierde la ilusión a la espera de que lleguen tiempos mejores para el deporte de moda. Su directiva, eso sí, no está dispuesto a que el fútbol sala pase de moda.






