Feli Agustín / Logroño
Treinta tres años después, la Cofradía del Vino de Rioja volvió el lunes a la que fue su primera sede, el edificio del Consejo Regulador. Y lo hizo para rendir homenaje por su «contribución, compromiso personal, dedicación, esfuerzo y visión de futuro» a los 14 hombres que en 1982 compusieron el primer pleno del Consejo en Democracia, tres de los cuales, Santiago Coello, Ángel de Jaime Baró y Javier Martínez Blanco, fueron también, junto a, entre otros Javier Pascual, miembros fundadores de la Cofradía.
El Gran Maestre, Luis Ángel Vargas, consideró una «obligación, un honor y un orgullo» investir Cofrade de Mérito a un pleno constituido el 16 de julio de 1982, cuyo mandato se extendió hasta 1988, y del que también formó parte como vocal Fernando Salamero, presidente del Consejo Regulador desde el 21 de junio, y que también ayer fue nombrado Cofrade de Mérito.
«Fue un pleno que apostó por la calidad, un camino que no tiene vuelta atrás, aunque adopte decisiones que no gustan a todos, pero que conducen a mantener la imagen de excelencia que está forjando Rioja», apuntó Vargas, quien resaltó la «ventaja» que esta Denominación ostenta sobre otras gracias al trabajo «ejemplar» del Consejo Regulador. El Gran Maestre enfatizó el trabajo de Salamero quien, como directivo de Marqués de Riscal y presidente del Grupo Rioja, ha demostrado un carácter «conciliador y dialogante, tan importante a la hora de lograr consensos».
Lo hecho
Precisamente, Fernando Salamero, quien ya era cofrade de número, recibió este reconocimiento como máximo representante del Consejo Regulador, «una entidad defensora de las tierras, de los viticultores y de los vinicultores del Rioja y tan valorada hoy a todos los niveles», destacó Vargas.
El presidente del Consejo recordó que, tras 35 años en este foro, ha tomado parte en decisiones «clave», para conseguir hoy una Denominación de Origen Calificada, como fue conseguir la obligatoriedad del embotellado en origen, «tras largas peleas judiciales».
Recordó las decisiones que tomó aquel primer pleno, «muy importantes», para la vertebración del sector y «plantar las primeras simientes» de la Interprofesional, además de impulsar los controles de calidad y conseguir consensuar con todos los operadores la desaparición de los vinos de granel.
Por su parte, el que fue presidente en 1982, Santiago Coello, recuerda con total nitidez, a sus 89 años, momentos «gratos, aunque con dificultades y algún problema», y agradeció la oportunidad de «sentir la emoción» de ver tantas caras «que están y estuvieron», y a las que recordará de manera permanente.
El pleno de 1982
Entre los 14 nombres que formaron parte del primer pleno del Consejo Regulador -siete por el sector comercializador y siete por el productor- tres alcanzaron su presidencia, los tres estaban el lunes presentes: Santiago Coello (1982-1992), Ángel de Jaime Baró (1992-2004) y Fernando Salamero (2017-).
Además se invistió cofrades a Damián Sáenz, Eladio Díaz y Javier Martínez Blanco.También formaron parte de aquel pleno Fernando Muñoz José Luis Baroja, Emeterio Sarabia, Cándido Ochoa, Rafael de Miguel, Esteban Pérez, Ángel Santamaría, Pedro López Heredia, Ezequiel García y Gonzalo Díez del Corral. Tanto Santiago Coello como Fernando Salamero, durante su intervención, tuvieron palabras de recuerdo para aquellos que ya no están entre nosotros.
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